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Primeros Auxilios (I): El botiquín

Primeros Auxilios (I): El botiquín

Cuando hablamos de ciclismo de base también hay que tener en cuenta que esta práctica deportiva conlleva un riesgo. Por eso es importante estar, en la medida de lo posible, preparados para lo que pueda ocurrir. Muchas veces entre los niños se suelen producir accidentes en las carreras a la hora de pelear por la posición, por ejemplo. O en los descensos. Hay que pensar que si esto ocurre en profesionales, en categorías inferiores lo hará con mucha más frecuencia.

 

Por eso hoy iniciamos una pequeña serie de primeros auxilios para niños, que comenzamos, como hicimos con la mecánica, con la composición del botiquín con el que atender a los niños si se produce un accidente. En las carreras suele haber ambulancia, pero en los entrenamientos no es así. Por lo que si sucede algo que no queremos que pase, hay que estar preparados. La composición del botiquín que ofrecemos aquí es la misma que señala la Real Federación Española de Ciclismo, y en ella no debe faltar una lista de teléfonos de emergencia, un manual de primeros auxilios y un cuaderno y bolígrafo para tomar notas.

 

En cuanto al contenido del mismo, se divide en tres partes:

 

Instrumental:

Alguien que no sea médico o sanitario en cualquier caso no podrá hacer grandes cosas, pero sí puede ser decisivo mientras llegan los profesionales, ya que en caso de accidente el tiempo corre en contra. En cuanto al instrumental, el botiquín debe llevar tanto pinzas como tijeras para curas menores, un cepillo pequeño y que no sea demasiado duro que se utilizará para limpiar algunas heridas donde haya polvo o pequeñas piedras, y también termómetro, linterna, espejo, guantes de usar y tirar y depresores.

 

Material de curas y primeros auxilios:

Hay una gran variedad de elementos que deben integrar el botiquín. Empezando por trozos de tela para vendar y embalar a medida. Un bote de alcohol de 90 grados para desinfectar, compresas de gasa de uso individual, vendas de gasa, tiritas para cortar a medida, esparadrapo hipoalérgico, vendas elásticas, férulas hinchables para inmovilizaciones, una cinta para practicar torniquetes, ampollas de suero fisiológico para lavar, algodón, tiras adhesivas y gasa estéril.

 

Medicamentos:

Al tratarse de un botiquín de primeros auxilios tampoco vamos a tener grandes medicamentos, pero sí unos mínimos para ayudar en lo posible. Por ejemplo, analgésicos para aliviar dolores, jabón líquido antiséptico para lavar heridas, un antiséptico para las curas (Betadine, por ejemplo), pomada antibiótica y antiinflamatoria, compresas de gasa, bolsas de frío para el hielo y que no le provoque al niño una quemadura por frío. También protector solar y de labios.


En la próxima entrada repasaremos algunos supuestos y cómo deberíamos actuar ante ellos mientras esperamos que lleguen los profesionales sanitarios. Nuestro comportamiento en ese lapso de tiempo puede ser fundamental.